1. Condimente las pechugas con la pimienta, la mostaza, los ajos y la sal. Derrita 60 g de margarina y dore las pechugas.
2. Agregue cebolla, consomé de pollo y 3 tazas de agua. Colóquelo en una olla de presión y deje suavizando por 15 minutos. Retire el pollo del agua y desmenuce. Reserve el caldo.
1. Derrita en una olla la margarina, fría una cebolla y deje cristalizar. Luego agregue la harina y mezcle bien, añada la leche, la crema dulce, el caldo de pollo, los hongos con su jugo, el vino, la sal y la pimienta. Deje hervir mientras continúa revolviendo.
2. Reserve una taza de salsa y agregue el pollo a la salsa restante. Aparte del calor.
3. En suficiente agua hirviendo con sal, sumerja poco a poco la lasaña hasta que flote. Compruebe que esté tierna, pero firme. Seque sobre limpiones extendidos para luego armar la lasaña.
4. En un pyrex rectangular grande, ponga una capa de salsa de pollo, una de pasta, otra de salsa de pollo, luego una capa de queso mozarela, otra de pasta, otra de la salsa reservada (sin pollo). Rocíe por encima queso parmesano.
5. Precaliente el horno a 350°F (176°C) durante 25 minutos.
Las pastas pueden congelarse, pero deben congelarse muy bien y estar a temperatura ambiente para luego poner al horno a calentar.